El hidrógeno (H2) nos presenta la oportunidad de acelerar la transición energética como también la posibilidad de trabajar por un futuro y una economía libre de emisiones de gases de efecto invernadero en pro de una transición justa. Si este nuevo energético es producido de forma renovable y sin emitir emisiones, resulta clave para los planes de descarbonización de países, empresas, instituciones, etc.

Aspectos generales
El hidrógeno es un vector energético, un combustible y materia prima.
Si se produce a partir de energía renovable, puede reducir emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), fortalecer la independencia energética y mitigar los desafíos provodados por la variabilidad de los sistemas renovables.
Posibilidad de descarbonizar sectores no electrificables, tales como, sector marítimo y aéreo.

El hidrógeno permite la integración sectorial (Sector Coupling), ofreciendo una alternativa limpia, sustentable y flexible para convertir energía eléctrica renovable en un portador de energía química para su uso en el sector transporte, energía e industrial.
El hidrógeno se puede almacenar y transportar de forma eficiente.
Cambio climático
El hidrógeno verde tiene la ventaja de descarbonizar aquellos sectores difíciles de electrificar. Se prevé que el Hidrógeno Verde (H2V), sus derivados y variadas aplicaciones contribuirán considerablemente a los objetivos planteados en las estrategias de mitigación de los países, permitiendo aumentar su ambición a través de sus NDCs (Contribuciones Nacionales Determinadas). En el caso de Chile, el hidrógeno representa el 21% de la reducción de emisiones según los compromisos emitidos en las NDC y la carbono neutralidad.